
una mariposa de abril,
que revolotea feliz en mi jardín.
Fugazmente miro sus colores brillantes al sol.
La vida es una mariposa en mi jardín ;
ahora está aquí,
más tarde en otro rosal.
Cuantos quisieran atrapar esta mariposa
y aprisionarla con alfileres
para tenerla cerca,
para tenerla siempre.
Yo me conformo simplemente,
en contemplar
como viene y va.
Algún día se irá
y no retornará.
Ese día ya no será abril;
ya no habrá jardín que cuidar.
Hola:
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Un saludo.
Me ha gustado mucho el poema...
ResponderEliminarBesos desde mi rincon oscuro.